NOVENA A LA SANTA CRUZ
(Con reflexiones del Beato
Juan Pablo II)
1º De rodillas en presencia de la Santísima
Cruz, habiéndote persignado, dirás:
Te
Adoro Santa Cruz,
Puesta en el Monte Calvario,
En ti murió mi Jesús,
Para darme eterna luz, Y librarme del enemigo.
2º Acto de
Contrición.
Señor mío
Jesucristo; que con tu contacto santificaste el madero de la Cruz, para lavar
con ella y con tu sangre preciosa las manchas de mis pecados; me pesa de todo
corazón las ofensas que contra ti he cometido en mi vida; me propongo apartarme
del mal y espero en tu piedad infinita, el perdón.
3º Salutación Primer día
Te saludo Cruz
Santísima con todos los coros Celestiales, y doy al Señor junto a ellos infinitas
gracias, porque se dignó en honrarte, haciendo de ti Trono de su Majestad
divina para remedio del mundo, crédito de sus milagros, y reparo de aquella
primera caída de Adán. Alabada seas por siempre. Amén.
4º La
Palabra: 1ª. Co. 1, 17
5º Reflexión:
Si la vida se
vacía de la Cruz no tiene ya sentido, sabor ni valor. Quien intentase cerrar
las páginas del Evangelio que documentan el trágico epílogo de la vida terrena
de Jesús, anhelando un Evangelio más fácil, más cómodo, más conforme con un
modo acomodaticio de la vida, reduciría el Evangelio de Jesús a un documento
del pasado, a una palabra inerte, a una narración sin vida y sin capacidad de
salvación. El Señor ha salvado al mundo con la Cruz; ha devuelto a la humanidad
la esperanza y el derecho a la vida con su muerte. No se puede honrar a Cristo
si no se le reconoce como Salvador, si no se reconoce el misterio de su Santa
Cruz. (Beato Juan Pablo II)
6º Antífona
O Cruz Santísima,
más resplandeciente que todas las estrellas y más Santa que todos los Santos. Para
el mundo: célebre, para los hombres: amable; que sola fuiste digna de contener
en tu madero todo el rescate del mundo: Dulce Árbol, dulces Clavos, dulces
penas que tolerada en ti por mi Señor Jesucristo, fueron el remedio nuestro:
Salva a todos los Cristianos, que en este día repiten tus Alabanzas. (Se
dicen Padre Nuestro y Gloria)
v) Te
adoramos Oh Cristo y te bendecimos,
r) Que
por tu Santa Cruz redimiste el mundo y a mí que soy pecador.
Oración para todos los días de la novena
O Cruz Santísima, la más noble entre todos los árboles
frondosos, que hermoseas el Jardín ameno de la peregrina Iglesia; reino del
Padre, Cetro del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo
Crucificado, crédito de las maravillas de Dios, trono sagrado del Omnipotente
Rey, árbol de la vida, y fuente de la Bienaventuranza: Te Adoro, Te bendigo, Te
alabo, y doy gracias a Dios, poniendo debajo de tus misteriosos brazos a
nuestras familias, a nuestros enfermos y nuestros proyectos e ilusiones con
todas las de la Iglesia, para que por tu virtud se digne el Señor conducirlas,
si ha de ser para servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de
ti mismo, que es lo que más deseo; y sobre esto una acertada, feliz y dichosa
muerte, y que por ti me reciba el que por ti se dignó en redimirme, que es mi
Señor Jesucristo, que con el Padre, y el Espíritu Santo viven y reinan por
todos los siglos de los siglos. Amen.
(Se dice Un Ave María a la Santísima Virgen de los
Dolores, y la oración siguiente.)
Soberana Reina de los Cielos, que al pié de la Santísima
Cruz sufriste tan agudos dolores, y por designio divino quedaste constituida
madre de todas las criaturas, dígnate, afligidísima Señora, en patrocinar
nuestras peticiones, y socorrer las necesidades de nuestras almas. Te
prometemos no apartarnos ya de la Cruz, y acompañarte siempre en tus dolores,
sintiendo en el corazón las penas que te causé con mis pecados; para que así
consigamos, con tu amparo, y por el Santo Madero de la Cruz, los frutos de la
redención, que en ella obró tu Hijo Jesús. Amen.
NOVENA A LA SANTA CRUZ
1º De rodillas en presencia de la Santísima
Cruz, habiéndote persignado, dirás:
Te
Adoro Santa Cruz,
Puesta en el Monte Calvario,
En ti murió mi Jesús,
Para darme eterna luz,
Y librarme del enemigo.
2º Acto de
Contrición.
Señor mío
Jesucristo; que con tu contacto santificaste el madero de la Cruz, para lavar
con ella y con tu sangre preciosa las manchas de mis pecados; me pesa de todo
corazón las ofensas que contra ti he cometido en mi vida; me propongo apartarme
del mal y espero en tu piedad infinita, el perdón.
3º Salutación Tercer día
Te Saludo Cruz Santísima, con todos los Santos
Patriarcas, y doy al Señor con ellos gracias, porque se dignó en honrarte, queriendo
que fuese adorada por las gentes; y lo que es más, de la Reina de los Ángeles
con aquella adoración que solo se debe a su Majestad Santísima, Alabada seas por siempre. Amén.
4º La
Palabra: 1ª. Co. 1, 18
5º Reflexión:
«
Os digo hoy: seguid sin
cansaros el camino emprendido para ser por doquier testigos de la Cruz gloriosa
de Cristo. ¡No tengáis miedo! Que la alegría del Señor, crucificado y
resucitado, sea vuestra fuerza, y que María Santísima esté siempre a vuestro lado» (Beato Juan Pablo II)
6º Antífona
O Cruz Santísima,
más resplandeciente que todas las estrellas y más Santa que todos los Santos. Para
el mundo: célebre, para los hombres: amable; que sola fuiste digna de contener
en tu madero todo el rescate del mundo: Dulce Árbol, dulces Clavos, dulces
penas que tolerada en ti por mi Señor Jesucristo, fueron el remedio nuestro:
Salva a todos los Cristianos, que en este día repiten tus Alabanzas. (Se
dicen Padre Nuestro y Gloria)
v) Te
adoramos Oh Cristo y te bendecimos,
r) Que
por tu Santa Cruz redimiste el mundo y a mí que soy pecador.
Oración para
todos los días de la novena
O Cruz Santísima, la más noble entre todos los árboles
frondosos, que hermoseas el Jardín ameno de la peregrina Iglesia; reino del
Padre, Cetro del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo
Crucificado, crédito de las maravillas de Dios, trono sagrado del Omnipotente
Rey, árbol de la vida, y fuente de la Bienaventuranza: Te Adoro, Te bendigo, Te
alabo, y doy gracias a Dios, poniendo debajo de tus misteriosos brazos a
nuestras familias, a nuestros enfermos y nuestros proyectos e ilusiones con
todas las de la Iglesia, para que por tu virtud se digne el Señor conducirlas,
si ha de ser para servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de
ti mismo, que es lo que más deseo; y sobre esto una acertada, feliz y dichosa
muerte, y que por ti me reciba el que por ti se dignó en redimirme, que es mi
Señor Jesucristo, que con el Padre, y el Espíritu Santo viven y reinan por
todos los siglos de los siglos. Amen.
(Se dice Un Ave María a la Santísima Virgen de los
Dolores, y la oración siguiente.)
Soberana Reina de los Cielos, que al pié de la Santísima
Cruz sufriste tan agudos dolores, y por designio divino quedaste constituida
madre de todas las criaturas, dígnate, afligidísima Señora, en patrocinar
nuestras peticiones, y socorrer las necesidades de nuestras almas. Te
prometemos no apartarnos ya de la Cruz, y acompañarte siempre en tus dolores,
sintiendo en el corazón las penas que te causé con mis pecados; para que así
consigamos, con tu amparo, y por el Santo Madero de la Cruz, los frutos de la
redención, que en ella obró tu Hijo Jesús. Amen.
NOVENA A LA SANTA CRUZ
1º De rodillas en presencia de la Santísima
Cruz, habiéndote persignado, dirás:
Te
Adoro Santa Cruz, Puesta en el Monte Calvario,
En ti murió mi Jesús, Para darme eterna luz, Y librarme del enemigo.
2º Acto de
Contrición.
Señor mío
Jesucristo; que con tu contacto santificaste el madero de la Cruz, para lavar
con ella y con tu sangre preciosa las manchas de mis pecados; me pesa de todo
corazón las ofensas que contra ti he cometido en mi vida; me propongo apartarme
del mal y espero en tu piedad infinita, el perdón.
3º Salutación Cuarto día
Te Saludo Cruz Santísima, con todos los Santos profetas,
y doy al Señor con ellos gracias, porque se dignó de honrarte, poniendo en ti
el fundamento de la peregrina Iglesia adornada de los siete Sacramentos, y
demás misterios, que en tu virtud veneramos. Alabada seas por siempre.. Amén.
4º La
Palabra: Mt. 16, 24
5º Reflexión:
(Beato Juan Pablo II)
6º Antífona
O Cruz Santísima,
más resplandeciente que todas las estrellas y más Santa que todos los Santos. Para
el mundo: célebre, para los hombres: amable; que sola fuiste digna de contener
en tu madero todo el rescate del mundo: Dulce Árbol, dulces Clavos, dulces
penas que tolerada en ti por mi Señor Jesucristo, fueron el remedio nuestro:
Salva a todos los Cristianos, que en este día repiten tus Alabanzas. (Se
dicen Padre Nuestro y Gloria)
v) Te
adoramos Oh Cristo y te bendecimos,
r) Que
por tu Santa Cruz redimiste el mundo y a mí que soy pecador.
Oración para
todos los días de la novena
O Cruz Santísima, la más noble entre todos los árboles
frondosos, que hermoseas el Jardín ameno de la peregrina Iglesia; reino del
Padre, Cetro del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo
Crucificado, crédito de las maravillas de Dios, trono sagrado del Omnipotente
Rey, árbol de la vida, y fuente de la Bienaventuranza: Te Adoro, Te bendigo, Te
alabo, y doy gracias a Dios, poniendo debajo de tus misteriosos brazos a
nuestras familias, a nuestros enfermos y nuestros proyectos e ilusiones con
todas las de la Iglesia, para que por tu virtud se digne el Señor conducirlas,
si ha de ser para servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de
ti mismo, que es lo que más deseo; y sobre esto una acertada, feliz y dichosa
muerte, y que por ti me reciba el que por ti se dignó en redimirme, que es mi
Señor Jesucristo, que con el Padre, y el Espíritu Santo viven y reinan por
todos los siglos de los siglos. Amen.
(Se dice Un Ave María a la Santísima Virgen de los
Dolores, y la oración siguiente.)
Soberana Reina de los Cielos, que al pié de la Santísima
Cruz sufriste tan agudos dolores, y por designio divino quedaste constituida
madre de todas las criaturas, dígnate, afligidísima Señora, en patrocinar
nuestras peticiones, y socorrer las necesidades de nuestras almas. Te
prometemos no apartarnos ya de la Cruz, y acompañarte siempre en tus dolores,
sintiendo en el corazón las penas que te causé con mis pecados; para que así
consigamos, con tu amparo, y por el Santo Madero de la Cruz, los frutos de la
redención, que en ella obró tu Hijo Jesús. Amen.
NOVENA A LA SANTA CRUZ
1º De rodillas en presencia de la Santísima
Cruz, habiéndote persignado, dirás:
Te
Adoro Santa Cruz, Puesta en el Monte Calvario,
En ti murió mi Jesús, Para darme eterna luz, Y librarme del enemigo.
2º Acto de
Contrición.
Señor mío
Jesucristo; que con tu contacto santificaste el madero de la Cruz, para lavar
con ella y con tu sangre preciosa las manchas de mis pecados; me pesa de todo
corazón las ofensas que contra ti he cometido en mi vida; me propongo apartarme
del mal y espero en tu piedad infinita, el perdón.
3º Salutación Quinto día
Te Saludo Cruz Santísima, con todos los Santos Apóstoles,
y doy al Señor gracias, porque se dignó de honrarte, haciendo que en tu virtud
se conviertan tantas almas, así de obstinados pecadores, como de apóstatas y
gentiles, que alumbrados con tu luz; se arrepienten de sus errores, confesando
una Fe, un Bautismo, una Iglesia, una verdadera Ley y un Dios y Señor de todo. Alabada seas por siempre. Amén.
4º La
Palabra: Mt. 27,32
5º Reflexión:
La fe y el obrar moral están unidos. En efecto, el don
recibido nos conduce a una conversión permanente para imitar a Cristo y recibir
las promesas divinas. Los cristianos, por respetar los valores fundamentales
que configuran una vida limpia, llegan a veces a sufrir, incluso de modo
heroico, marginación o persecución, debido a que esa opción moral es opuesta a
los comportamientos del mundo. Este testimonio de la cruz de Cristo en la vida
cotidiana es también una semilla segura y fecunda de nuevos cristianos. Una
vida plenamente humana y comprometida con Cristo tiene ese precio de generosidad
y entrega. (Beato Juan Pablo II)
6º Antífona
O Cruz Santísima,
más resplandeciente que todas las estrellas y más Santa que todos los Santos. Para
el mundo: célebre, para los hombres: amable; que sola fuiste digna de contener
en tu madero todo el rescate del mundo: Dulce Árbol, dulces Clavos, dulces
penas que tolerada en ti por mi Señor Jesucristo, fueron el remedio nuestro:
Salva a todos los Cristianos, que en este día repiten tus Alabanzas. (Se
dicen Padre Nuestro y Gloria)
v) Te
adoramos Oh Cristo y te bendecimos,
r) Que
por tu Santa Cruz redimiste el mundo y a mí que soy pecador.
Oración para todos los días de la novena
O Cruz Santísima, la más noble entre todos los árboles
frondosos, que hermoseas el Jardín ameno de la peregrina Iglesia; reino del
Padre, Cetro del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo
Crucificado, crédito de las maravillas de Dios, trono sagrado del Omnipotente
Rey, árbol de la vida, y fuente de la Bienaventuranza: Te Adoro, Te bendigo, Te
alabo, y doy gracias a Dios, poniendo debajo de tus misteriosos brazos a
nuestras familias, a nuestros enfermos y nuestros proyectos e ilusiones con
todas las de la Iglesia, para que por tu virtud se digne el Señor conducirlas,
si ha de ser para servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de
ti mismo, que es lo que más deseo; y sobre esto una acertada, feliz y dichosa
muerte, y que por ti me reciba el que por ti se dignó en redimirme, que es mi
Señor Jesucristo, que con el Padre, y el Espíritu Santo viven y reinan por
todos los siglos de los siglos. Amen.
(Se dice Un Ave María a la Santísima Virgen de los
Dolores, y la oración siguiente.)
Soberana Reina de los Cielos, que al pié de la Santísima
Cruz sufriste tan agudos dolores, y por designio divino quedaste constituida
madre de todas las criaturas, dígnate, afligidísima Señora, en patrocinar
nuestras peticiones, y socorrer las necesidades de nuestras almas. Te
prometemos no apartarnos ya de la Cruz, y acompañarte siempre en tus dolores,
sintiendo en el corazón las penas que te causé con mis pecados; para que así
consigamos, con tu amparo, y por el Santo Madero de la Cruz, los frutos de la
redención, que en ella obró tu Hijo Jesús. Amen.
NOVENA A LA SANTA CRUZ
1º De rodillas en presencia de la Santísima
Cruz, habiéndote persignado, dirás:
Te
Adoro Santa Cruz, Puesta en el Monte Calvario,
En ti murió mi Jesús, Para darme eterna luz, Y librarme del enemigo.
2º Acto de
Contrición.
Señor mío
Jesucristo; que con tu contacto santificaste el madero de la Cruz, para lavar
con ella y con tu sangre preciosa las manchas de mis pecados; me pesa de todo
corazón las ofensas que contra ti he cometido en mi vida; me propongo apartarme
del mal y espero en tu piedad infinita, el perdón.
3º Salutación Sexto día
Te Saludo Cruz Santísima, con todos los Santos
Evangelistas, y doy al Señor con ellos gracias, porque se dignó en honrarte,
haciendo que en tu virtud se salven un sin número de almas, siendo tú la llave
maestra que a todos les abres el Paraíso, para gozarse en la gloria, cantando a
Dios alabanzas por toda la eternidad. Amén.
4º La
Palabra: Fil. 2, 8
5º Reflexión:
La cruz significa: entregar la vida por el hermano para
poder salvarla junto con la suya.
La cruz significa: el amor es
más fuerte que el odio y la venganza; es mejor dar que recibir; la entrega es
más eficaz que la exigencia.
La cruz significa: no hay
fracaso sin esperanza, sombras sin luz, tormenta sin puerto de salvación.
La cruz significa: el amor no
tiene fronteras: sal al encuentro de tu prójimo y no olvides al que está lejos.
La cruz significa: Dios es
siempre más grande que nosotros los hombres; más grande incluso que nuestro
fracaso; la vida es más fuerte que la muerte. (Beato Juan Pablo II)
6º Antífona
O Cruz Santísima,
más resplandeciente que todas las estrellas y más Santa que todos los Santos. Para
el mundo: célebre, para los hombres: amable; que sola fuiste digna de contener
en tu madero todo el rescate del mundo: Dulce Árbol, dulces Clavos, dulces
penas que tolerada en ti por mi Señor Jesucristo, fueron el remedio nuestro:
Salva a todos los Cristianos, que en este día repiten tus Alabanzas. (Se
dicen Padre Nuestro y Gloria)
v) Te
adoramos Oh Cristo y te bendecimos,
r) Que
por tu Santa Cruz redimiste el mundo y a mí que soy pecador.
Oración para todos los días de la novena
O Cruz Santísima, la más noble entre todos los árboles
frondosos, que hermoseas el Jardín ameno de la peregrina Iglesia; reino del
Padre, Cetro del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo
Crucificado, crédito de las maravillas de Dios, trono sagrado del Omnipotente
Rey, árbol de la vida, y fuente de la Bienaventuranza: Te Adoro, Te bendigo, Te
alabo, y doy gracias a Dios, poniendo debajo de tus misteriosos brazos a
nuestras familias, a nuestros enfermos y nuestros proyectos e ilusiones con
todas las de la Iglesia, para que por tu virtud se digne el Señor conducirlas,
si ha de ser para servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de
ti mismo, que es lo que más deseo; y sobre esto una acertada, feliz y dichosa
muerte, y que por ti me reciba el que por ti se dignó en redimirme, que es mi
Señor Jesucristo, que con el Padre, y el Espíritu Santo viven y reinan por
todos los siglos de los siglos. Amen.
(Se dice Un Ave María a la Santísima Virgen de los
Dolores, y la oración siguiente.)
Soberana Reina de los Cielos, que al pié de la Santísima
Cruz sufriste tan agudos dolores, y por designio divino quedaste constituida
madre de todas las criaturas, dígnate, afligidísima Señora, en patrocinar
nuestras peticiones, y socorrer las necesidades de nuestras almas. Te
prometemos no apartarnos ya de la Cruz, y acompañarte siempre en tus dolores,
sintiendo en el corazón las penas que te causé con mis pecados; para que así
consigamos, con tu amparo, y por el Santo Madero de la Cruz, los frutos de la
redención, que en ella obró tu Hijo Jesús. Amen.
NOVENA A LA SANTA CRUZ
1º De rodillas en presencia de la Santísima
Cruz, habiéndote persignado, dirás:
Te
Adoro Santa Cruz, Puesta en el Monte Calvario,
En ti murió mi Jesús, Para darme eterna luz, Y librarme del enemigo.
2º Acto de
Contrición.
Señor mío
Jesucristo; que con tu contacto santificaste el madero de la Cruz, para lavar
con ella y con tu sangre preciosa las manchas de mis pecados; me pesa de todo
corazón las ofensas que contra ti he cometido en mi vida; me propongo apartarme
del mal y espero en tu piedad infinita, el perdón.
3º Salutación Séptimo día
Te saludo Cruz Santísima, con todos los Santos Mártires y
doy al Señor con ellos gracias, porque se dignó en honrarte, queriendo que en
tu invención milagrosa se halle el más precioso tesoro que venera nuestra Fe,
suscitando en él sus antiguas maravillas, con destrucción de los ídolos,
confusión de los gentiles, y crédito de su loable providencia que seas alabada
para siempre. Amén.
4º La
Palabra: Lc. 9,23
5º Reflexión:
Así como la cruz no es algoextraño en Roma, tampoco lo es para la vida de todo hombre y mujer de cualquier
edad, pueblo y condición social… Sí, la
cruz está inscrita en la vida del hombre. Querer excluirla de la propia
existencia es como querer ignorar la realidad de la condición humana. ¡Es así!
Hemos sido creados para la vida y, sin embargo, no podemos eliminar de nuestra
historia personal el sufrimiento y la prueba… Una difundida cultura de lo efímero, que asigna valores
sólo a lo que parece hermoso y a lo que agrada, quisiera haceros creer que hay
que apartar la cruz. Esta moda cultural promete éxito, carrera rápida y
afirmación de sí a toda costa; invita a una sexualidad vivida sin
responsabilidad y a una existencia carente de proyectos y de respeto a los
demás. Abrid bien los ojos, queridos jóvenes; este no es el camino que lleva a
la alegría y a la vida, sino la senda que conduce al pecado y a la muerte. Dice
Jesús: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz
y sígame... (Beato Juan Pablo II)
6º Antífona
O Cruz Santísima,
más resplandeciente que todas las estrellas y más Santa que todos los Santos. Para
el mundo: célebre, para los hombres: amable; que sola fuiste digna de contener
en tu madero todo el rescate del mundo: Dulce Árbol, dulces Clavos, dulces
penas que tolerada en ti por mi Señor Jesucristo, fueron el remedio nuestro:
Salva a todos los Cristianos, que en este día repiten tus Alabanzas. (Se
dicen Padre Nuestro y Gloria) v) Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos, r)
Que por tu Santa Cruz redimiste el mundo y a mí que soy pecador.
Oración para todos los días de la novena
O Cruz Santísima, la más noble entre todos los árboles
frondosos, que hermoseas el Jardín ameno de la peregrina Iglesia; reino del
Padre, Cetro del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo
Crucificado, crédito de las maravillas de Dios, trono sagrado del Omnipotente
Rey, árbol de la vida, y fuente de la Bienaventuranza: Te Adoro, Te bendigo, Te
alabo, y doy gracias a Dios, poniendo debajo de tus misteriosos brazos a
nuestras familias, a nuestros enfermos y nuestros proyectos e ilusiones con
todas las de la Iglesia, para que por tu virtud se digne el Señor conducirlas,
si ha de ser para servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de
ti mismo, que es lo que más deseo; y sobre esto una acertada, feliz y dichosa
muerte, y que por ti me reciba el que por ti se dignó en redimirme, que es mi
Señor Jesucristo, que con el Padre, y el Espíritu Santo viven y reinan por
todos los siglos de los siglos. Amen.
(Se dice Un Ave María a la Santísima Virgen de los
Dolores, y la oración siguiente.)
Soberana Reina de los Cielos, que al pié de la Santísima
Cruz sufriste tan agudos dolores, y por designio divino quedaste constituida
madre de todas las criaturas, dígnate, afligidísima Señora, en patrocinar
nuestras peticiones, y socorrer las necesidades de nuestras almas. Te
prometemos no apartarnos ya de la Cruz, y acompañarte siempre en tus dolores,
sintiendo en el corazón las penas que te causé con mis pecados; para que así
consigamos, con tu amparo, y por el Santo Madero de la Cruz, los frutos de la
redención, que en ella obró tu Hijo Jesús. Amen.
NOVENA A LA SANTA CRUZ
1º De rodillas en presencia de la Santísima
Cruz, habiéndote persignado, dirás:
Te
Adoro Santa Cruz, Puesta en el Monte Calvario,
En ti murió mi Jesús, Para darme eterna luz, Y librarme del enemigo.
2º Acto de
Contrición.
Señor mío
Jesucristo; que con tu contacto santificaste el madero de la Cruz, para lavar
con ella y con tu sangre preciosa las manchas de mis pecados; me pesa de todo
corazón las ofensas que contra ti he cometido en mi vida; me propongo apartarme
del mal y espero en tu piedad infinita, el perdón.
3º Salutación Octavo día
Te saludo Cruz Santísima, con todos los Santos
Confesores, y doy al Señor con ellos gracias, porque se dignó en honrarte,
obrando por tu signo aquel admirable triunfo que consiguió sobre el demonio, quedando
éste confundido y glorificada la Majestad verdadera, que seas ahora y siempre
venerado en la Santísima Cruz. Amén.
4º La
Palabra: 1 Pe. 2, 24
5º Reflexión:
La cruz con Cristo es la gran
revelación del significado del dolor y del valor que tiene en la vida y en la
historia. Él que comprende la cruz, el que la abraza, comienza un camino muy
distinto del camino del proceso y de la contestación a Dios: encuentra, más
bien, en la cruz el motivo de una nueva ascensión a Él por la senda de Cristo,
que es precisamente el Vía Crucis, el
camino de la cruz… Pidamos al Redentor, en nombre de su cruz, que conceda a su
Iglesia y a toda la humanidad la gracia del Año Santo, los dones de conversión
y de santidad que tanto necesitamos. Esto quiere el Año Santo, esto nos pide
Jesús desde la cruz: una apertura mayor a su redención con el arrepentimiento
de los pecados y la aspiración a la santidad. (Beato Juan Pablo II)
6º Antífona
O Cruz Santísima,
más resplandeciente que todas las estrellas y más Santa que todos los Santos. Para
el mundo: célebre, para los hombres: amable; que sola fuiste digna de contener
en tu madero todo el rescate del mundo: Dulce Árbol, dulces Clavos, dulces
penas que tolerada en ti por mi Señor Jesucristo, fueron el remedio nuestro:
Salva a todos los Cristianos, que en este día repiten tus Alabanzas. (Se
dicen Padre Nuestro y Gloria)
v) Te
adoramos Oh Cristo y te bendecimos,
r) Que
por tu Santa Cruz redimiste el mundo y a mí que soy pecador.
Oración para todos los días de la novena
O Cruz Santísima, la más noble entre todos los árboles
frondosos, que hermoseas el Jardín ameno de la peregrina Iglesia; reino del
Padre, Cetro del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo
Crucificado, crédito de las maravillas de Dios, trono sagrado del Omnipotente
Rey, árbol de la vida, y fuente de la Bienaventuranza: Te Adoro, Te bendigo, Te
alabo, y doy gracias a Dios, poniendo debajo de tus misteriosos brazos a
nuestras familias, a nuestros enfermos y nuestros proyectos e ilusiones con
todas las de la Iglesia, para que por tu virtud se digne el Señor conducirlas,
si ha de ser para servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de
ti mismo, que es lo que más deseo; y sobre esto una acertada, feliz y dichosa
muerte, y que por ti me reciba el que por ti se dignó en redimirme, que es mi
Señor Jesucristo, que con el Padre, y el Espíritu Santo viven y reinan por
todos los siglos de los siglos. Amen.
(Se dice Un Ave María a la Santísima Virgen de los
Dolores, y la oración siguiente.)
Soberana Reina de los Cielos, que al pié de la Santísima
Cruz sufriste tan agudos dolores, y por designio divino quedaste constituida
madre de todas las criaturas, dígnate, afligidísima Señora, en patrocinar
nuestras peticiones, y socorrer las necesidades de nuestras almas. Te
prometemos no apartarnos ya de la Cruz, y acompañarte siempre en tus dolores,
sintiendo en el corazón las penas que te causé con mis pecados; para que así
consigamos, con tu amparo, y por el Santo Madero de la Cruz, los frutos de la
redención, que en ella obró tu Hijo Jesús. Amen.
Nota: Día Segundo: Hora Santa; Día Noveno: Rezadito.