COMUNICADO DECANATO CENTRO
DIÓCESIS DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
HUEHUETENANGO
POR EL RESPETO A LA VIDA
DIÓCESIS DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
HUEHUETENANGO
POR EL RESPETO A LA VIDA
Las 227
Comunidades Católicas del Decanato Centro que comprenden los municipios de
Aguacatán, Chiantla, Huehuetenango y Malacatancito, en torno a la celebración
de la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, Patrona de nuestra Diócesis,
compartimos con toda la sociedad nuestras preocupaciones por el sufrimiento que
aqueja a la población y que de manera más dura afecta a los más empobrecidos;
lo hacemos movidos por el amor de Cristo que nos ha hecho comprender que el
plan de Dios para con su pueblo es que todos y todas tengan vida plena y digna.
(Jn. 10,10)
1.
Nos agobia la pobreza, el alto costo de la vida no
permite a la mayoría de las familias contar con los satisfactores básicos,
situación que se agrava por la falta de fuentes de trabajo, salarios injustos,
la falta de seguridad social; una agricultura de subsistencia y sin asesoría
técnica, proyectos de desarrollo que no contemplan beneficio para las
comunidades sino para las empresas y
muchas de ellas extranjeras, y los medios de comunicación que bombardean con
publicidad induciendo al consumo irresponsable. Pobreza que se agudiza por la
falta de servicios para tener una vivienda digna: muchos no tienen agua
entubada y la mayoría no es clorada, faltan sistemas de drenaje para las aguas
servidas, el servicio de energía eléctrica es malo y de alto costo. Referente a
la atención a la salud es escasa y de mala calidad afectada por la falta de
pago de salarios y de los suministros
necesarios, de igual manera en la educación se constata falta de cobertura, que
afecta más al área rural, un sistema educativo alejado de la realidad y el
acceso limitado a nivel medio y diversificado y casi nada a nivel
universitario; lo que si resalta es la tendencia excluyente y a la
privatización.
2.
Nos entristece el desprecio a la vida, constatando una
desconfianza e individualismo cada vez mayor, manteniendo con ello la
discriminación, racismo y exclusión. Nos aterra el aumento de la violencia por
la delincuencia común, narcotráfico, tráfico de armas, trasiego ilegal de
personas, el crimen organizado, las extorsiones y la desconfianza hacia las
instituciones del estado, de manera específica a las encargadas de dar
seguridad y de impartir justicia. Los asesinatos, vicios y consumo de drogas,
abortos, suicidios, embarazos a temprana edad, la violencia intrafamiliar y el
uso irresponsable de los medios de comunicación dándole un lugar que no le
corresponde a la violencia y a la pornografía.
3.
Nos indigna que nuestras autoridades sean lejanas a la
vida de los pueblos a quien deben servir, y se identifiquen con intereses de
partidos políticos o de grupos buscando beneficios personales: resalta la
ausencia de planes de desarrollo, la corrupción, la construcción de obra gris
casi exclusivamente, el clientelismo político, el tráfico de influencias, e
intereses electoreros, que han politizado y corrompido a los consejos de
desarrollo en todos sus niveles, los cuales están lejos de ser espacios de
participación ciudadana. De igual manera la falta de espíritu de servicio en
los servidores y empleados públicos de las diferentes instituciones del estado,
particularmente las encargadas de dar seguridad y de impartir justicia,
falseando la verdad y haciéndose cómplices de acciones y proyectos contrarios
totalmente a la vida.
4. Nos preocupa la falta de cuidado del medio ambiente,
continúa la tala de árboles sin ningún control, las fuentes de agua han
disminuido su caudal y la mayoría están contaminadas; la generación de basura
cada vez es mayor, al punto de ser un problema grave para la administración
municipal; las prácticas agrícolas inadecuadas
que producen erosión y contaminación, todo ello hacer resaltar la falta
de responsabilidad con las generaciones futuras y la idea equivocada que la
tierra es una mercancía y no la casa de todos.
Ante las circunstancias actuales en la vida social y política
del departamento y especialmente en los municipios del decanato Centro, hacemos
un llamado a valorar la vida en todas sus expresiones retomando la misión que
todos y cada uno tenemos en la construcción de un Huehuetenango distinto:
1. Al Gobernador y a
los alcaldes les pedimos que trabajen por el bien común y dediquen sus
esfuerzos a crear un nuevo modelo de desarrollo que satisfaga las necesidades
de los más pobres, recuerden que es al
pueblo a quien deben servir y por tanto escucharle. La obra gris, llamada por
ustedes “proyectos” no es lo más importante en el desarrollo de un pueblo, sino
las personas que lo conforman.
2. A los diputados por el departamento les preguntamos: Qué
han hecho por el bien de Huehuetenango? Les
exigimos que trabajen legislando y fiscalizando por el bien del país y
en particular por el departamento, sin perder el tiempo el polémicas inútiles y
sin caer en la tentación del dinero que compra conciencias, y les recordamos
que no los elegimos para ser gestores de proyectos.
3. Al organismo judicial les pedimos poner verdaderamente la justicia como el
principio rector de sus acciones y decisiones sin ceder a las presiones ni
intereses de ninguna clase, sigan el camino de la verdad y trabajen con
prontitud y esmero para que la misión que se les ha encomendado, realmente
ayude a una convivencia pacífica y la población vaya recuperando la confianza
en esta institución, que a todas luces ha dejado mucho que desear.
4. A los agentes y
fiscales del Ministerio Público les pedimos sean conscientes de la importancia
del trabajo que se les ha encomendado, y por lo mismo les exigimos prontitud y
objetividad en la investigación, y apego a la verdad sin ceder al manipuleo que
los convierte en cómplices de la corrupción.
5. A la Policía Nacional Civil les pedimos ser fieles a su
identidad y misión. Ustedes tienen una familia y forman parte de esta sociedad,
no se involucren en actividades ilícitas, identifíquense con el pueblo
sirviendo con honradez, recuerden que tienen la obligación de garantizar la
seguridad a los ciudadanos con un proceder recto y coherente con los principios
morales del respeto a la vida y a la verdad.
6.
A la población en general y particularmente a las
comunidades católicas les exhortamos a tener una participación ciudadana
activa, valorando la organización para ser actores vigilantes y propositivos en
la construcción de mejores condiciones de vida para todos y todas. Este es el
momento para vencer la pasividad, la indiferencia y el silencio; si amamos la
vida como Regalo de Dios, no nos es permitido seguir soportando o apoyando un
sistema injusto que daña la vida de la mayoría, trabajemos incansablemente por
una sociedad justa y fraterna sin recurrir a la violencia ni a medidas de hecho que afecten los
derechos de otros ciudadanos, por el contrario con audacia propongamos caminos
de solución que favorezcan el bien común. Tengamos presente lo que nos ha dicho
el Papa Francisco “no nos dejemos arrebatar la alegría y la esperanza”; con
nuestro compromiso hacemos realidad una tierra nueva y cielos nuevos.
Confiamos en la intercesión
de la Inmaculada Virgen María para que nos proteja de todo mal, y con ella
pedimos a Nuestro Señor Jesucristo nos dé sabiduría, audacia y fortaleza para
vivir de manera coherente con el Evangelio.
Atentamente, las 227 Comunidades Católicas
del Decanato Centro, Sacerdotes del Decanato y Obispo de la diócesis de
Huehuetenango.
Huehuetenango, 06 de
diciembre de 2014
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