domingo, 7 de diciembre de 2014

POR EL RESPETO A LA VIDA


COMUNICADO DECANATO CENTRO
DIÓCESIS DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
HUEHUETENANGO

POR EL RESPETO A LA VIDA

Las 227 Comunidades Católicas del Decanato Centro que comprenden los municipios de Aguacatán, Chiantla, Huehuetenango y Malacatancito, en torno a la celebración de la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, Patrona de nuestra Diócesis, compartimos con toda la sociedad nuestras preocupaciones por el sufrimiento que aqueja a la población y que de manera más dura afecta a los más empobrecidos; lo hacemos movidos por el amor de Cristo que nos ha hecho comprender que el plan de Dios para con su pueblo es que todos y todas tengan vida plena y digna. (Jn. 10,10)

1.      Nos agobia la pobreza, el alto costo de la vida no permite a la mayoría de las familias contar con los satisfactores básicos, situación que se agrava por la falta de fuentes de trabajo, salarios injustos, la falta de seguridad social; una agricultura de subsistencia y sin asesoría técnica, proyectos de desarrollo que no contemplan beneficio para las comunidades sino para las empresas  y muchas de ellas extranjeras, y los medios de comunicación que bombardean con publicidad induciendo al consumo irresponsable. Pobreza que se agudiza por la falta de servicios para tener una vivienda digna: muchos no tienen agua entubada y la mayoría no es clorada, faltan sistemas de drenaje para las aguas servidas, el servicio de energía eléctrica es malo y de alto costo. Referente a la atención a la salud es escasa y de mala calidad afectada por la falta de pago de salarios y de los  suministros necesarios, de igual manera en la educación se constata falta de cobertura, que afecta más al área rural, un sistema educativo alejado de la realidad y el acceso limitado a nivel medio y diversificado y casi nada a nivel universitario; lo que si resalta es la tendencia excluyente y a la privatización.

2.      Nos entristece el desprecio a la vida, constatando una desconfianza e individualismo cada vez mayor, manteniendo con ello la discriminación, racismo y exclusión. Nos aterra el aumento de la violencia por la delincuencia común, narcotráfico, tráfico de armas, trasiego ilegal de personas, el crimen organizado, las extorsiones y la desconfianza hacia las instituciones del estado, de manera específica a las encargadas de dar seguridad y de impartir justicia. Los asesinatos, vicios y consumo de drogas, abortos, suicidios, embarazos a temprana edad, la violencia intrafamiliar y el uso irresponsable de los medios de comunicación dándole un lugar que no le corresponde a la violencia y a la pornografía.

3.      Nos indigna que nuestras autoridades sean lejanas a la vida de los pueblos a quien deben servir, y se identifiquen con intereses de partidos políticos o de grupos buscando beneficios personales: resalta la ausencia de planes de desarrollo, la corrupción, la construcción de obra gris casi exclusivamente, el clientelismo político, el tráfico de influencias, e intereses electoreros, que han politizado y corrompido a los consejos de desarrollo en todos sus niveles, los cuales están lejos de ser espacios de participación ciudadana. De igual manera la falta de espíritu de servicio en los servidores y empleados públicos de las diferentes instituciones del estado, particularmente las encargadas de dar seguridad y de impartir justicia, falseando la verdad y haciéndose cómplices de acciones y proyectos contrarios totalmente a la vida.

4.   Nos preocupa la falta de cuidado del medio ambiente, continúa la tala de árboles sin ningún control, las fuentes de agua han disminuido su caudal y la mayoría están contaminadas; la generación de basura cada vez es mayor, al punto de ser un problema grave para la administración municipal; las prácticas agrícolas inadecuadas  que producen erosión y contaminación, todo ello hacer resaltar la falta de responsabilidad con las generaciones futuras y la idea equivocada que la tierra es una mercancía y no la casa de todos.

Ante las circunstancias actuales en la vida social y política del departamento y especialmente en los municipios del decanato Centro, hacemos un llamado a valorar la vida en todas sus expresiones retomando la misión que todos y cada uno tenemos en la construcción de un Huehuetenango distinto:

1.   Al Gobernador  y a los alcaldes les pedimos que trabajen por el bien común y dediquen sus esfuerzos a crear un nuevo modelo de desarrollo que satisfaga las necesidades de los más pobres,  recuerden que es al pueblo a quien deben servir y por tanto escucharle. La obra gris, llamada por ustedes “proyectos” no es lo más importante en el desarrollo de un pueblo, sino las personas que lo conforman.

2.  A los diputados por el departamento les preguntamos: Qué han hecho por el bien de Huehuetenango? Les  exigimos que trabajen legislando y fiscalizando por el bien del país y en particular por el departamento, sin perder el tiempo el polémicas inútiles y sin caer en la tentación del dinero que compra conciencias, y les recordamos que no los elegimos para ser gestores de proyectos.

3.     Al organismo judicial les pedimos  poner verdaderamente la justicia como el principio rector de sus acciones y decisiones sin ceder a las presiones ni intereses de ninguna clase, sigan el camino de la verdad y trabajen con prontitud y esmero para que la misión que se les ha encomendado, realmente ayude a una convivencia pacífica y la población vaya recuperando la confianza en esta institución, que a todas luces ha dejado mucho que desear.

4.    A los agentes y fiscales del Ministerio Público les pedimos sean conscientes de la importancia del trabajo que se les ha encomendado, y por lo mismo les exigimos prontitud y objetividad en la investigación, y apego a la verdad sin ceder al manipuleo que los convierte en cómplices de la corrupción.

5.    A la Policía Nacional Civil les pedimos ser fieles a su identidad y misión. Ustedes tienen una familia y forman parte de esta sociedad, no se involucren en actividades ilícitas, identifíquense con el pueblo sirviendo con honradez, recuerden que tienen la obligación de garantizar la seguridad a los ciudadanos con un proceder recto y coherente con los principios morales del respeto a la vida y a la verdad.

6.      A la población en general y particularmente a las comunidades católicas les exhortamos a tener una participación ciudadana activa, valorando la organización para ser actores vigilantes y propositivos en la construcción de mejores condiciones de vida para todos y todas. Este es el momento para vencer la pasividad, la indiferencia y el silencio; si amamos la vida como Regalo de Dios, no nos es permitido seguir soportando o apoyando un sistema injusto que daña la vida de la mayoría, trabajemos incansablemente por una sociedad justa y fraterna sin recurrir a la violencia  ni a medidas de hecho que afecten los derechos de otros ciudadanos, por el contrario con audacia propongamos caminos de solución que favorezcan el bien común. Tengamos presente lo que nos ha dicho el Papa Francisco “no nos dejemos arrebatar la alegría y la esperanza”; con nuestro compromiso hacemos realidad una tierra nueva y cielos nuevos.
Confiamos en la intercesión de la Inmaculada Virgen María para que nos proteja de todo mal, y con ella pedimos a Nuestro Señor Jesucristo nos dé sabiduría, audacia y fortaleza para vivir de manera coherente con el Evangelio.

Atentamente, las 227 Comunidades Católicas del Decanato Centro, Sacerdotes del Decanato y Obispo de la diócesis de Huehuetenango.


Huehuetenango, 06 de diciembre de 2014

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